BARDECÓ
Vigo (2013)
El local se sitúa en el Edificio Curbera, construcción racionalista de 1939.
Las operaciones iniciales son de limpieza, se eliminan falsos techos recuperando la altura original, se descubren los pilares de hormigón, que por su textura y dimensiones dan idea de las catorce plantas que soportan, se abre el local hasta el fondo, ganando la doble iluminación norte sur…
La cocina, abierta, se sitúa en posición central. A ella se incorpora el resto de la sala, excepto las zonas que necesariamente tienen que quedar ocultas, que se resuelven en una caja cerrada de tablero de viroc. Un banco corrido de madera de abedul vertebra la zona de mesas desde la entrada hasta el final de la sala.
Mantenemos la apertura original a la calle del bajo del edificio con un gran hueco de luz y un cajón de entrada en chapa de acero que funciona como zaguán.